La vuelta al cole tras las vacaciones conlleva numerosos cambios
en la rutina de toda la familia, por lo que requiere un periodo de adaptación que
suele durar el primer mes del curso escolar.
A medida que van pasando los días, los niños se van dando
cuenta que las personas que están en la escuela también les prestan atención y
les hacen sentir seguros. También van descubriendo que disfrutan de las
actividades que se proponen: juegos, canciones, cuentos e historias, tiempo con
los compañeros...
Pero, en ocasiones, pasados los primeros días de adaptación
algunos niños no terminan de coger el ritmo. Por ello, os proponemos los siguientes
consejos para hacer más llevadero el regreso a la escuela de nuestro hijo:
- Transmitirles confianza y seguridad.
- Anticipar las situaciones en las que se va a encontrar para disminuir la ansiedad provocada por la incertidumbre.
- Dar importancia a las actividades escolares y pequeños logros que nos cuente nuestro hijo al salir de la escuela.
- Intercambiar información con el maestro para coordinarnos en la labor de adaptación.
- Organizar el tiempo: establecer horarios estables para merendar, hacer los deberes, ir a la cama, etc.